La parte del cerebro conocida como hipocampo, trabaja como un sistema de edición de contenidos, en este caso con recuerdos tanto recientes como pasados, que opera constantemente, sin pausa, retocando o editando cada escena de nuestra vida.
“La memoria está diseñada para cambiar, no reproducir los hechos, por lo que no somos testigos fidedignos”, afirma Donna Jo Bridge, principal autora del estudio e investigadora en la Universidad Northwestern Bridge.
Así que como si de un puzle se tratara, nuestra mente combina las experiencias del pasado y del presente para actualizar los recuerdos, de tal manera que estos “encajen” en nuestro momento actual. Esto se produce como un mecanismo de supervivencia. Esta adaptación de los recuerdos nos ayuda a afrontar los obstáculos que nos encontramos en nuestra vida.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/
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