lunes, 30 de diciembre de 2013

ASMR, ¡ese gran desconocido!

Hoy quería hacer una entrada especial. Una entrada, sobre todo, personal. Todo lo que os voy a contar hoy está basado en mis propias experiencias (junto con otras muchas que se pueden encontrar por Internet).

No sé si alguno de vosotros ha sentido alguna vez una especie de cosquilleo o entumecimiento dentro de la cabeza, algo parecido a un escalofrío que comienza desde lo más profundo de tu cerebro y que (puede o no) extenderse hasta tu frente, cara, cuello, espalda, brazos o incluso piernas y pies. Un cosquilleo que te produce la más profunda y placentera sensación de relajación y bienestar; incluso que puede llegar a adormilarte y entrar en un profundo sueño reparador. Algo que quieres que no acabe nunca, que se quede ahí para poder seguir disfrutando de esa maravillosa sensación.
Pues bien, si te sientes identificado o tienes dudas, sigue leyendo y podré darte la bienvenida a este maravilloso mundo del ASMR.

Lo mejor será comenzar por explicar ¿qué es el ASMR?

Si buscamos por Internet, lo primero con lo que nos toparemos será la definición de Wikipedia, además de infinidad de páginas en inglés. Una de las cosas que más desagrada es que no hay suficiente información perteneciente al ASMR en español. Si tenéis la gran suerte de tener un buen nivel de inglés, lograréis entender esas páginas, pero para los que no corran esa suerte, no lo intentéis, ya que los términos que se usan muchas veces son científicos y algo difíciles de comprender.
Para mi, la definición más acertada es la siguiente: “una sensación física que se caracteriza por un hormigueo agradable que, por lo general, comienza en la cabeza y el cuero cabelludo y, a menudo, se mueve hacia abajo a través de la columna vertebral y las extremidades, como respuesta a varios estímulos visuales, auditivos y cognitivos”.

Lo más seguro es que ahora os preguntéis "¿Qué tipo de estímulos pueden causarlo?"

Aquí llega lo interesante.
En mi caso, desde pequeña sentía este cosquilleo. Por ejemplo, cuando estaba en el colegio y algún compañero/a rebuscaba en su estuche en busca del típico lápiz perdido; el sonido de las pisadas en la arenilla (de hecho, siempre procuro andar por sitios en los que hay arena sólo para poder disfrutar un ratito); ver y oír cómo alguien se cepilla el pelo; gente susurrando (da igual el idioma); ver y oír cómo alguien dibuja, ver el desarrollo de dicho dibujo; el sonido al sacar una pastilla de su blíster; teclear en el ordenador; el sonido del agua; ver a alguien tocar cualquier instrumento; que alguien te roce ligeramente; el sonido de la llama de una vela; ver a una mujer maquillándose; el sonido que producen los saquitos de semillas; algunos olores muuuy suaves; etc.

Como podéis ver, hay infinidad de estímulos (tanto visuales, como auditivos o cognitivos) que desencadenan el ASMR.
En Youtube podéis encontrar INFINIDAD de vídeos (realizados por gente especialmente dedicada a ello), todos ellos realizados para personas que sienten este hormigueo. No os asustéis cuando abráis alguno, ya que pueden parecer realmente extraños y siniestros. Si realmente experimentáis el ASMR, os recomiendo encarecidamente que deis al menos una oportunidad a estos vídeos.

La característica principal de este tipo de vídeos es que el "protagonista" se dirige directamente al observador y el 99,9% lo hace susurrando. De esta manera se crea una atmósfera de intimidad de indudable efecto, donde el sonido juega un papel fundamental, sembrado de “clics”, “plops”, chisporroteos sutiles, sonidos orgánicos y confortantes, como el que se produce al masticar un chicle… Lo que es impresionante es que un vídeo así puede durar media hora.
Si tuviera que clasificarlos o definirlos de alguna manera, sin lugar a dudas los denominaría "vídeos momento lavadora", como aquel momento en el que todos, alguna vez en nuestra vida, nos hemos quedado completamente embobados mirando cómo gira y se lava la ropa en el tambor.

Como ya os he dicho, en la gran mayoría de estos vídeos no hay ninguna trama ni historia, simplemente apenas sucede nada en particular y donde la gente susurra cosas irrelevantes durante minutos o incluso horas.

Rhodri Marsden, que ha descubierto el fenómeno hace poco, afirma sin tapujos que “es mucho más fácil dar explicaciones si alguien te sorprende viendo vídeos porno que si te pillan viendo vídeos ASMR”.

Emma, que firma como Lush Whispers (Youtuber dedicada a hacer este tipo de vídeos), apunta una explicación: “puede ser que nos conecte con recuerdos de la infancia, cuando mamá preparaba un postre, o nos llevaba al oftalmólogo, o cuando el maestro de la escuela infantil nos explicaba cómo atarnos los zapatos. Se trata, en el fondo, de recuperar esa paz perdida.”

No os preocupéis en exceso si veis que la gente a la que preguntáis os mira raro (así como "¿Tú estás loco/a?") u os dice que no tiene ni idea de lo que les estáis hablando. En mi particular caso, nadie conocido ni cercano experimenta el ASMR y, sí, algunos me miraron bastante raro al preguntarles y explicarles de qué iba la vaina.

Para terminar, aquí os dejo algunos de los vídeos que más veces y más intensamente me han producido este efecto. Como podréis comprobar todos menos uno son en inglés (los prefiero antes que los españoles, cuestión de gustos).

Espero que los disfrutéis y que, si alguno de vosotros experimentáis esta increíble sensación, no dudéis en escribirnos vía Twitter o comentarnos en esta misma entrada.

En un Spa (Rol)

En el médico (Rol)

Unos cuántos estímulos desencadenantes

En este caso, este fue el primer vídeo que descubrí del ASMR y el que más hormigueos me produce.
Limpieza de cutis (Rol)

En la peluquería (Rol)

Pintándonos la cara para una fiesta de disfraces (Rol)

Masaje capilar (Rol)

Este último, de Merche, está dedicado a mi, por cierto ^^ (Gracias María)

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